No hallo en mi estómago las mariposas que busco, mas encuentro aguijones clavados por todos lados. Explícame el secreto de tu veneno, que hace siervo e indigno hasta al ser más puro y bello. Raaazonar siempre se me ha dado bien pero, trastocadas todas mis capacidades, no sé qiuñe siento ni puedo confirmar.
Te digo que eres un libro abierto, y a cada capítulo que leo quiero más, pues he de confesarme lectora compulsiva de tu rostro.
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