Bienvenido estás, pues aquí:

Soñarás sin saber, suaves susurros sobre tu piel.

Creo en el infierno.

Puñalada trapera hacia mi alma en pena
que atontada despierta y se desvela.
Una cara de pánico ante el daño revela
y no se cree que sus ojos vean dicha escena.
Porque vivimos rodeados de monstruos entre las sombras
Hecho que carece de paz, perturbador
hasta querer parar y poder burlar
su risa cruel, sus manos y poder escapar
de un animal feroz que nada tiene de amor.
que nos acechan y perturban de forma que no podemos
Un brillo siniestro en sus ojos, la embiste
y osado, con gran atrevimienyo y sin
arrepentimiento empieza con los tocamientos.
Solo podía escaparse si tenía un despiste.
escapar de los tormentos que ellos crean y nos envuelven
Desfallece ella, siente caerse
escucha el mal acercarse y no, no,
no puede ni apartarse,
lo ha intentado pero no logra zafarse.
hasta que caemos en el más oscuro de los sufrimientos
Una realidad penosa hasta matar,
una crueldad sin límite ni igual
un valor femenino que nadie puede negar
una mujer admirable como la que más.
y nosotros mismos nos convencemos de que nos lo merecemos.

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