Bienvenido estás, pues aquí:

Soñarás sin saber, suaves susurros sobre tu piel.

Relato de una ducha.

Dicen que el agua tiene el don de la purificación. He dejado correr ríos sobre mí, gota a gota, milímetro a milímetro hasta poder llegar al mar. Han llegado a pasearse suavemente, insinuantes, zalameros a través de mi ser. Mientras, con los ojos cerrados, yo te recordaba, porque para eso vivo. 
Dicen que el agua tiene el don del olvido. He abierto el grifo, agua caliente, ardiendo más bien. Me he quemado. Por un instante... no, déjalo, no voy a mentir. Así que he cambiado, con el torrente sobre mi cabeza, a una temperatura gélida, heladora, cuchillos de escarcha (hasta el hielo no he conseguido llegar, incluso en eso soy débil) y me he templado como al más fino de los instrumentos.
Dicen que el agua tiene el don de cambiar los objetos, royéndolos hasta mutilarlos. He aumentado la potencia, y vaya si tiene fuerza. Ha sido visto y no visto, tu imagen en mi mente parpadeando como si de un semáforo se tratase. Siempre en rojo, porque estoy en un atasco insuperable. Y no varío. 
Dicen tanto que mucho es mentira.

3 comentarios:

  1. :)

    Muchas gracias! La verdad es que le echamos bastantes horas a cada poesía... así que siempre que le gustan a alguien nos enorgullecemos hasta más no poder...

    Susurra una poesía antes de matarme.. psicópata ^^

    (S)

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  2. Lo cierto, cierto es.
    Lo recomendaré, eso dalo por hecho.
    Poesía es en la que vivimos, así que con tan solo un suspiro llegaré a ti =)
    Cuídate!

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