Bienvenido estás, pues aquí:

Soñarás sin saber, suaves susurros sobre tu piel.

Pamplinas.


Líbreme a mí de esta condena
que como cadena me cuelga
y en la cara a mí me restriega
su pesadez, mi mayor pena.

Eterna, inútil, poco amena,
sufrimiento truculento riega
y dolor sin cesar agrega:
de mis pies hasta mi melena.

No poder con este coñazo,
demasiado aburrimiento
es peor a que me parta un rayo.

¡Dispáreme ya un cañonazo!
Cúmplase ahora mi pensamiento
o en defecto llego al desmayo.

5 comentarios:

  1. Triste de aquel que entró en tu oscura celda,
    olió dolor, pediste libertad.
    Atada por una delgada cuerda,
    ya no buscabas la felicidad.

    Empuñó su espada por tu sonrisa
    pero te interpusiste en su camino.
    ¿No lo sabe señor? Soy pitonisa.
    Si quedo sin soga acabo en abismo.

    Encogióse de hombros el caballero,
    amarga lágrima brotó en la sala,
    marchose sin decir un pensamiento,
    acompañándote quedo su espada.

    ¿Qué extraño existiría tras la máscara?
    Quedó pensando el angustiado preso
    ¿Por qué no usan la nuez bajo la cáscara?
    Acababa el tipo pensando que lo suyo no era la rima, la métrica, ni el escribir en verso.

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  2. ¿Quién eres? ¿El poema tiene la interpretación que yo supongo?

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  3. Un tipo al que no conoces de carne y hueso, pero que piensa que si no puedes adivinar su nombre, tampoco puedes adivinar ese destino truculento que te espera si buscas tu felicidad (y que no lo piensa por lo bien que suena).

    Ya sabes como va esto, las metáforas tienen varias posibles interpretaciones todas similares, sería más fácil responder si me dijeses como lo interpretas, quizás así destruyas por un momento ese aburrimiento que tienes, la espada podría ser el usar la cabeza.

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  4. Oh, querido. Te voy a escribir yo un poema que eclipsa al tuyo: "Con la espada matarás al dragón/el pan integral es mi pasión/me lo como con mermelada de melocotón". Entre tú y yo hay una notable diferencia, mi nombre no es más que un mote o un sobrenombre que utilizó Machado aún a sabiendas de que le reconocerían por el mismo. Anónimo es como aquel que escribió "Lazarillo de Tormes" un cobarde que tenía miedo de que sus escritos le causaran problemas. Eso nos identifica bien a los dos, espero.

    P.D: Tienes la misma calidad de poeta que el narrador de "El perfume".

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  5. Mierda, había escrito una respuesta currada, muy lógica, elocuente, hablando sobre Alberti y sobre el porque de mi anonimato y con un par de chistes como decir que los versos son endecasílabos porque los contaba con los dedos, pero me se escacharró el modem en el momento de darle a enviar, así que en su lugar os dejo una canción y mi nombre. Adán Suárez Méndez. Ah si, entre nosotros hay más de una diferencia, pero no es metafísica... deja deja, hago estas cosas a menudo.

    http://www.youtube.com/watch?v=8u3HwIyNJ-s

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