Bienvenido estás, pues aquí:

Soñarás sin saber, suaves susurros sobre tu piel.

Media hora de mi tiempo inservible.

Se me retuerce. ¿El alma? Nah, pamplinas. De eso no tengo, no creo en ella, ni en nada. Pero se  me retuerce. ¿La conciencia? Ni eso, no la siento, no aparece. Mas se sigue retorciendo. ¿La culpa? Si no he hecho nada malo, todavía, no puede ser ella. 
Si lo pienso, mejor es no ponerle nombre. Llamémoslo sino de un forma absurda, restémosle importancia. Se me retuerce el escáner. Eso mismo, escáner.
Porque hoy una luz se ha encendido, un cartel de neón que rezaba ''Él te llenaba más que éste''. Y he cogido mi escáner y me lo he llevado a reflexionar conmigo, tirados sobre el cálido césped. 
Vamos, en clonclusión, que hemos decidido vivir el momento. Y si no estamos satisfechos, pues seguimos viviendo. Lo importante hoy por hoy n oes mi persona, ni mi integridad. Ni siquiera que sea feliz. Creo que lo fundamental y necesario ahora mismo es que pase el tiempo, de forma monótona e insustancial, y que cuando mire hacia el pasado sólo vea días vacíos que no me haga falta llenar. Un buen libro también tiene que tener un par de páginas en blanco, y las mías he decidido que estén en este momento. Puede ser el previo al prólogo... o el final.

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